Entrevista

'La Tribuna de Toledo' entrevista al presidente del CERMI Castilla-La Mancha, Luis Perales

"Queremos un pacto de estabilidad económica y no vivir con inquietud"

17/03/2013

¿Qué retos se marca el CERMI para este año 2013?

La realidad es que el CERMI CLM tiene muchos retos por los que seguir luchando en este año 2013 y sucesivos.

Tenemos que mantener una estructura interna de trabajo, de comunicación y coordinación con todas las federaciones asociadas. Estamos siendo realmente un movimiento asociativo unido y cohesionado, y ese trabajo conjunto de todo el sector de la discapacidad en Castilla La Mancha no sólo debemos mantenerlo, sino incrementarlo y potenciarlo. Tenemos que continuar detectando y dando a conocer las principales demandas y necesidades de nuestro colectivo.

En este año tenemos que lograr hacer efectivas, eficaces y eficientes las dos comisiones que se crearon el año pasado. Por un lado, que en la Comisión Permanente  no Legislativa sobre Políticas Integrales de discapacidad de las Cortes de Castilla La Mancha trabajemos para ir adecuando nuestro marco normativo a la Convención de la ONU.

En cuanto a la Comisión Regional de la Discapacidad, presidida por María Dolores Cospedal y con presencia de todas las consejerías, espero que en muy pocos días estén constituidos los seis grupos de trabajo, para un análisis exhaustivo de toda la problemática del sector y vayamos dando respuesta a la difícil situación que estamos viviendo, con el fin de lograr la auténtica integración o inserción de las personas con discapacidad y sus familias, en la sociedad civil y en el mundo laboral.

¿Y en el plano económico?

El aspecto económico es fundamental para nuestra subsistencia, lo que nos obliga a realizar un trabajo extraordinario para agilizar al máximo los pagos a las asociaciones. Debemos tener en cuenta que nuestras asociaciones y nuestra federaciones están realizando un trabajo subsidiario de la Administración y, además, puedo garantizar que la gestión de los distintos recursos y servicios la realizan de una forma eficaz, con verdadera austeridad y con una garantía absoluta de calidad.

Por eso, queremos tener un pacto de estabilidad económico, para no estar más años con esa inquietud, con esa incertidumbre, con esos problemas económicos que estamos atravesando los últimos años. Reconocemos la crisis económica que estamos atravesando todos y de una forma especial en Castilla-La Mancha, pero nosotros la estamos sufriendo de una forma muy especial. Creo que poco a poco se va reconociendo que somos un sector prioritario para la Administración, pero aún faltan bastantes pasos que dar para que esa prioridad se vea plasmada en la realidad del día a día.

¿Es optimista de cara a este año?

Debo reconocer que el año pasado fue realmente difícil y lo que llevamos del presente no está siendo fácil tampoco, ni mucho menos.  Yo, personalmente, soy bastante optimista porque creo que la situación está mejorando, por lo menos parte de la incertidumbre que teníamos el año pasado se va despejando, aunque los cobros no van al ritmo que quisiéramos nosotros. En el movimiento asociativo de la discapacidad tenemos una gran capacidad de optimismo, de sacrificio, de vocación, de entrega y de compromiso que estamos demostrando con creces en estos momentos tan difíciles. Pero, sí, soy optimista para lo que queda de año y para los sucesivos.

Las comisiones eran una demanda del sector. ¿Fue uno de los grandes logros del año pasado?

Efectivamente, era una demanda del sector de la discapacidad en Castilla-La Mancha, por lo que la constitución de ambas comisiones fue uno de los objetivos que nos habíamos propuesto y que se hicieron realidad en el año 2012. Ahora bien, su constitución no nos valdría para nada si nos quedamos en el acto protocolario de mi comparecencia en las Cortes y en la primera reunión con la presidenta, el consejero de Sanidad y los representantes de todas las consejerías. Estoy convencido de que no va a ser así y que en unos días nos reuniremos en las Cortes para diseñar la hoja de ruta y de trabajo conjunto, y también empezarán a reunirse los grupos de trabajo de la comisión regional.

¿En qué punto se encuentra la deuda de la Junta?

En realidad, no tenemos los datos concretos y exactos de las deudas de la Administración con nuestro movimiento asociativo, pero de una forma aproximada está pendiente de cobro el 15 % de los convenios de mantenimiento de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales correspondientes al año pasado, pero con cargo al presupuesto del 2013, cuyas justificaciones se han entregado hasta el 31 de enero, que están llegando contabilizadas a la Consejería de Hacienda, y que tanto el director general de Política Financiera como el mismo consejero nos han prometido se harán efectivas en unos días. De la misma consejería, están pendientes cobros de subvenciones plurianuales para infraestructuras de los años 2010, 2011 y 2012, que, según el compromiso de Hacienda, se pagarán posteriormente. De la Consejería de Economía y Empleo, a día de hoy existe una deuda con los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro del año 2012. También existen cantidades pendientes por importes muy variados de Fomento, Educación, Voluntariado... Puede haber diferencias, pero ero también es muy heterogéneo; habrá asociaciones que estén más al día que otras. Es otra de las cosas por la que estamos luchando también, para que cuando cobre una asociación, cobren todas.

Pero entonces, ¿cómo sobreviven las organizaciones?

Pues, sinceramente, esto parece un milagro. Pero no es ningún milagro, es la demostración palpable de esa magnifica capacidad de vocación y de compromiso que caracteriza a nuestras asociaciones, a sus directivos y, de una forma muy especial, a nuestros profesionales, que, a pesar de estar sin cobrar sus salarios algunos meses (de una forma muy variable entre 1 y 5 meses, salvo excepciones), siguen trabajando todos los días con personas muy vulnerables, de una forma encomiable y digna de nuestro más sincero agradecimiento. No podemos olvidar a nuestros proveedores, que están sirviendo nuestras necesidades de aprovisionamiento con paciencia, para que las personas con discapacidad no tengan ninguna merma en su calidad de vida. También algunas entidades bancarias nos están ayudando con créditos y préstamos para aguantar esta situación.

Es fundamental reconocer en nuestro movimiento asociativo varias características fundamentales: compromiso, sentido común, solidaridad, vocación y austeridad.

¿Ha temido que algún servicio o asociación tuviera que desaparecer por la crisis?

Puede haber alguna que esté en una situación muy difícil de continuidad. Espero que ningún recurso gestionado por nuestras asociaciones este en peligro de desaparecer, que ninguna persona con discapacidad de las que están atendidas sufra esa traumática situación. Al menos ese es el compromiso que se nos ha comunicado, con relación a la atención directa, para que no se merme en absoluto la calidad de los servicios que prestamos. Yo no tengo ahora mismo ninguna constancia  de alguna entidad concreta del sector que vaya a desaparecer, por muy mal que lo estemos pasando.

¿Qué opina de los recortes o ajustes que ha hecho el Gobierno en materia sanitaria? ¿Cómo afectan al sector?

En sanidad, no tengo datos concretos de cómo nos puede afectar aún. Ha habido recortes de médicos, de ATS, de tantas cosas..., pues no están afectando como a todos los ciudadanos. Ésa es una realidad. En relación a los temas sociosanitarios, también están sufriendo unos retrasos que esperamos se pongan al día rápidamente. Los recortes los estamos sufriendo como todos los ciudadanos, pero con una agravante, lógicamente, por la especial necesidad de apoyos sanitarios.

¿El apoyo que prestan las administraciones es suficiente?

Nunca es suficiente. Y estoy convencido que la misma Administración, en todos sus niveles, lo sabe y quisiera dar más apoyo, pero las circunstancias son las que son y las estamos sufriendo. Todos  estamos convencidos de que no es suficiente. Además, queremos y estamos logrando dar la calidad de vida que merecen las personas con discapacidad. Esa calidad de vida, que con el transcurso del tiempo tiene que ir cambiando, lógicamente, tiene una evolución. La calidad es una carrera que no tiene nunca línea de meta y siempre lucharemos por objetivos y horizontes nuevos que tenemos a la vista. Nosotros, satisfechos, nunca estaremos porque lo que buscamos es la calidad de vida de personas para las que trabajamos y sus familias.

Sin embargo, sí podría decirse que en los últimos años se ha avanzado en esa calidad de vida. ¿En qué punto está la meta?

Yo llevo en este sector 37 años y decimos ahora mismo que queremos más calidad, más integración sociolaboral, educativa..., en definitiva, queremos una integración/inserción/inclusión en la sociedad de una forma total y absoluta, que sean reconocidas las personas con discapacidad como miembros de pleno derecho de la sociedad. Pero lo que tenemos hoy (el nivel de coberturas, de recursos, de servicios, de calidad...) hace 37 años nos hubiera parecido una autentica utopía. Lo hemos conseguido, pero no podemos parar.

En nuestro sector debemos tener en cuenta que es un sector que venía del abandono absoluto hace 40 o más años. Eran personas que vivían de la familia y de la caridad y, poco a poco, lo que se ha ido consiguiendo es no vivir de la caridad, sino vivir como ciudadanos con plenos derechos en la sociedad.
 
Lo que ha ocurrido con la Ley de Autonomía Personal, ¿cree que ha sido por una mala planificación o por falta de financiación?

Yo entiendo que se hizo un planteamiento equivocado de principio, o sea, no se contaba con lo que iba a venir detrás ni con un sistema sostenible en cuanto a la financiación de la ley.

Es una buena ley, pero no se tuvieron los datos que realmente iban a surgir después. Primero, se ha desfasado de los datos iniciales y, por desgracia, ha venido a coincidir ese desfase con una época de crisis. Posiblemente, si estuviéramos en época de bonanza ahora mismo, esa situación se hubiera paliado más fácilmente, pero han coincidido ambas circunstancias. Existió  buena voluntad y señal de ello es que lo aprobaron todos los partidos políticos, de cara a ese cuarto pilar del estado del bienestar, que en realidad no era la Ley de Autonomía Personal, sino los Servicios Sociales.

Entonces, ¿era necesaria una reforma?

No lo sé, tendrán que hacer un re-estudio. Lógicamente, de alguna forma hay que salir. Lo que no se puede es dar marcha atrás; lo que hay que intentar es que ese buen propósito de la ley siga para adelante, con un control, indudablemente, y poniendo el dinero que sea preciso y buscándolo como sea, pero si falta dinero hay que ponerlo. Habrá que buscar los recursos. El Gobierno tiene que ingeniar la forma de que esos derechos se hagan realidad. Lo que hay que intentar es constituir ese cuarto pilar del Estado del Bienestar.

¿Que hay que reformularlo? Posiblemente. Hoy día ya no podemos vivir como hace unos años.

El Gobierno regional está impulsando un Plan de creación de empleo y un Plan de Empleo Juvenil.

¿Qué cabida tiene el colectivo o cree que es necesario un plan específico para las personas con discapacidad?

Indudablemente, tanto el Plan de Emprendedores como el de Empleo Juvenil habrá que adaptarlo en una parte importante a las personas con discapacidad. Está creciendo de una forma abrumadora el desempleo en España y casi el único sector que no ha mermado son los centros especiales de empleo. Con esta situación que vivimos, habrá que seguir fortaleciendo los centros que constituyen un ejemplo muy significativo de lo que es una política activa.

En Castilla-La Mancha tenemos un apoyo, pero yo creo que todos somos conscientes de que hace falta un apoyo mayor todavía y que en todos esos planes de empleo se tenga en cuenta al sector de la discapacidad para adaptar todos esos planes a las necesidades reales de nuestro colectivo, en el que las tasas de desempleo siempre son el doble aproximadamente que la media del resto de la población sin discapacidad.

Hemos quedado con la Consejería de Empleo en volver a reunirnos antes de Semana Santa para buscar esos cauces tanto en el Empleo Juvenil como en el Plan de Emprendedores para tener en cuenta de una forma muy especial a las personas que tienen algún tipo de discapacidad y para que tengan la posibilidad de integrarse en el empleo.

¿Cree que alguna vez será posible una política integral al 100%?

Tampoco me extrañaría. Tardará tiempo. El movimiento asociativo lo va a seguir reivindicando. Chocaremos siempre con la aceptación consecuente y con conocimiento de causa de las distintas administraciones porque estamos trabajándolo a nivel local, autonómico, provincial, nacional e incluso europeo. Yo confío en que se conseguirá; lógicamente, no creo que mi generación lo vea porque falta tiempo, pero creo que algún día efectivamente, con el trabajo conjunto del movimiento asociativo y de las distintas administraciones, se llegará a tener no una ley, sino una integración absoluta en la vida civil de las personas con discapacidad.

Aquí, en Castilla-La Mancha, estamos trabajando en ese sentido de unión y colaboración con la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales en unos borradores, ya un poco avanzados, de una Ley de Discapacidad. Esperamos que también sea otro avance en el que se reconozcan y garanticen los derechos de las personas con discapacidad. Luego está la realidad de que todo eso tiene un coste. Tendremos que ser también muy imaginativos y buscar soluciones que no estén solamente en el euro y en la economía. Creo que desde el movimiento asociativo de Castilla-La Mancha estamos dando a la Administración unas ideas con las que vamos buscando esa integración y mejora de calidad de las familias y de las personas con discapacidad y que no siempre están soportadas por los euros.